la religión. No nos hemos permitido conocer a Dios personalmente, sino a través de terceros, de oraciones creadas por otros. Un día, alguien que me estaba enseñando acerca de Dios, me dijo: ”Lea la biblia, así nadie podrá engañarlo, ni siquiera yo”. Creo que fue uno de los mejores consejos que me han dado en la vida.
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Cuando nos acercamos a Dios a través de la Biblia, Él va transformando nuestra vida por medio de revelaciones que nos da a medida que leemos. En este sentido, la biblia es como el manual de instrucciones de ese televisor costosísimo que compraste. Si no lees las instrucciones, es probable que no lo aproveches al máximo y terminas pagando demasiado para únicamente ver Netflix. Mientras que si lo lees, descubres todas las opciones que el fabricante creó para hacerte la vida más sencilla. Dios creó el mundo y la biblia es el manual de instrucciones.
¿Cuál es el Divino Manifesto?
El Divino Manifiesto es la biblia. Cuando queremos conocer a Dios, realmente, leer la biblia es como entrar al perfil de Instagram de la persona que te gusta. Intentas descubrir cómo es, lo que ama, sus amigos. No leer la biblia es como que alguien te diga: ”Te presento la persona que te gusta”, y tú respondas “No, prefiero que otros me cuenten de ella”.
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La mayoría de nosotros tenemos una imagen de Dios heredada: de nuestros padres, del colegio, de
“Y me buscaréis
y me hallaréis,
porque me buscaréis
de todo vuestro
corazón”
Jeremías 29:13
Muchas de las enseñanzas que usan los coach o los libros de autoayuda, están en la Biblia. Obviamente, la Biblia no es un libro de autoayuda. Pero muchos de estos gurús usan la sabiduría de la Biblia para sus mensajes.
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​Existen muchos planes de lectura bíblica, pero la mejor forma de hacerlo es en orden cronológico (Desde Génesis hasta Apocalipsis). Cuando no leemos en orden, es como llegar a la mitad de una película: hay muchas cosas que no vas a entender
entender y pierdes el interés. Puedes leer un capítulo todas las mañanas. Conviértelo en un hábito. Recuerda hacerlo con la mente abierta, eliminando la imagen preconcebida que tienes de Dios. Cuando descubres a Dios, de forma personal, vas a desear haberlo hecho antes.